Alquiler de trasteros a partir de 35€ / mes

Un sector en auge

Empresas y autónomos avivan la demanda de trasteros

Los trasteros son los grandes olvidados del sector inmobiliario, aunque con el boom de la construcción empezaron a estar en el punto de mira de los inversores y en torno a ellos se creó todo un mercado de venta y de alquiler e, incluso, surgieron muchas empresas especializadas en este sector y no pocos propietarios particulares se animaron a sacarles un rendimiento. Sin embargo, con la crisis, la situación ha cambiado, aunque ahora empieza a notarse de nuevo un ligero dinamismo en la demanda, que viene de la mano de las empresas y de los autónomos, así como por el auge de las ventas online. Todavía queda muy lejos alcanzar el nivel de actividad que se alcanzó para usos particulares y tampoco, al menos de momento, vuelven a ser objeto de inversiones.

Con la crisis, la situación ha cambiado notablemente y han vuelto a ser los grandes olvidados del sector inmobiliario al producirse una caída significativa en su demanda, sobre todo, en lo que se refiere a los usos de personas particulares. De hecho, es poco habitual encontrar anuncios en agencias inmobiliarias en las que se vea algún anuncio de «se alquila» o «se vende trastero», sin estar vinculado a una plaza de garaje o a una vivienda.

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Con el boom inmobiliario, los trasteros generaron todo un mercado, similar al de las plazas de garaje, tanto en venta y como en alquiler, sobre todo, ante el mayor dinamismo en los cambios de vivienda y la necesidad de disponer de mayor espacio ante la construcción de viviendas cada vez con menos metros cuadrados útiles de superficie. Una demanda que propició que aparecieran muchas empresas vinculadas al alquiler de trasteros, la mayoría de las cuales se las llevó la crisis por delante como ha sucedido en muchos sectores de actividad, y que también despertase el interés de los inversores.

La demanda sí se está empezando a dinamizar en el caso de las empresas y de los autónomos. «Hemos notado que ha habido ciclos por el uso que se le da al trastero, que va desde el guardamuebles al almacén para autónomos, uso como local, sede de empresas…», según explica Iñaki Martínez, responsable del Departamento Financiero y de Marketing de Guardatodo.

De hecho, antes de la crisis, el principal uso que se daba a los trasteros que se alquilaban en empresas especializadas era para guardamuebles, pero «desapareció porque había menos cambios de casa. Ahora, estamos notando más demanda de pequeñas empresas y autónomos que los emplean como almacén», así como de microempresas que se están creando en torno a «la venta online y que necesitan guardar la mercancía que llega para enviarla posteriormente al cliente». El auge de la venta online genera buenas perspectivas para el sector «porque Internet lo está moviendo todo».

Los precios con los años de crisis económica «han bajado como todo», teniendo que adaptarlos a la demanda actual para poder capear la situación económica. No obstante, los precios pueden variar en el caso de las empresas y autónomos «porque sus necesidades cambian y pueden necesitar un espacio más amplio en poco tiempo…», indica Iñaki Martínez, quien señala que para hacer frente a los años de crisis ha sido clave en la empresa ajustar los precios y también ofrecer servicios de valor añadido a las compañías, pymes y autónomos, ya que «damos servicios integrales para ayudar a las que se están creando, tenemos una zona de coworking y damos flexibilidad según sus necesidades».

Uso privado e inversiones
Diferente es la situación en el caso de la demanda de trasteros para uso por parte de personas particulares. «Se ha mantenido el uso tradicional del trastero», que puede alcanzar unos precios en alquiler de entre 25 ó 30 euros mensuales, añade el responsable de Guardatodo.

No obstante, en estos casos, se observa que «el trastero tiene poca vida como independiente porque siempre ha ido unido al uso residencial y físicamente se ha vinculado con plazas de garaje», según explica Rafael Espés, coordinador técnico de TINSA en Aragón a elEconomista.es

Anteriormente, sí había más demanda «porque las viviendas eran más pequeñas y el trastero era barato y también apareció una versión de locales que no tenían atractivo comercial y que se convertían en trasteros», indica Rafael Espés.

Una modalidad que tampoco termina de despuntar, aunque en Zaragoza capital se están produciendo algunos movimientos por promotores están transformando locales vacíos en trasteros.

«No hay un aumento en reconversión porque hay que hacer una inversión y, si no hay expectativas de beneficios, no se realiza», de manera que son alternativas que suelen llevarse a cabo más cuando hay demanda, por ejemplo, de los vecinos que viven en ese edificio, realizando casi su obra «por encargo».

Además, la rentabilidad que se puede obtener por ellos es limitada. El precio se puede elevar hasta los 50 euros ó 60 euros en el caso de estar en edificios o locales en los que se alquila y haya un control o servicios exclusivos, matiza Rafael Espés, mientras que en venta suelen oscilar entre los 4.000 y 6.000 euros cuando se compra con una vivienda y tiene una superficie de entre 4 y 6 metros cuadrados útiles.

Unos precios con los que constata que realmente la rentabilidad es mínima por lo que han dejado de ser una vía de negocio tanto en venta como en alquiler y de un objeto de interés para los inversores.

Información obtenida de un artículo de El Economista de el 4 de febrero de 2016.

Se incrementa la demanda de trasteros

Trasteros Barcino, presente desde hace 3 años en pleno centro del barrio de Les Corts y al lado de la plaza Francesc Macià, atiende a este concepto de ‘self storage’ o auto-almacén y ofrece alquiler de trasteros en Barcelona. Es el guardamuebles de toda la vida en el centro de Barcelona y actualizado con las máximas medidas de seguridad y de comodidad.

Los particulares demandan este servicio porque carecen de trastero propio, no tienen suficiente espacio o necesitan hacer obras en sus casas y guardar sus pertenencias durante unos días y las empresas se ahorran el tener que disponer de un local propio con todos los gastos que ello supone: agua, luz, recibo del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles), etc…

Además, las empresas de ‘self storage’ como Trasteros Barcino, ofrecen también servicios de recepción de mercancías y transporte, mudanzas y gestión documental, y disponen de un seguro.

La ventaja de este modelo frente a los clásicos guardamuebles es que el cliente puede acceder a su trastero en cualquier momento con su llave. El contenido está asegurado, las instalaciones están controladas por sistemas de seguridad las 24 horas y existe un control de acceso.

Trasteros Barcino ha realizado un auténtico esfuerzo en este sentido ya que dispone de unos excepcionales sistemas de seguridad ya que tiene detectores de humo y rociadores de agua en CADA TRASTERO.

TRASTEROS BARCINO ha conseguido crecer en 2015 un 6% superando las cifras medias del sector.