Esto no puede pasar en Trasteros Barcino, líder en servicio en los trasteros de alquiler en Barcelona
La Policía detecta un aumento de robos en estos espacios en la región, sobre todo en urbanizaciones nuevas
Los trasteros suelen ser los lugares ideales para esconder los regalos navideños o aparcar la bicicleta y los artilugios de deportes de invierno o verano. Durante fechas clave, como las Navidades, estos habitáculos guardan mercancías de gran valor. Se convierten así en los espacios ideales para que los cacos se hagan con un buen botín de forma rápida y casi sin dejar huellas.
La Policía Nacional ha detectado este año que se han incrementado los robos en trasteros de toda la región, al igual que en domicilios (solo en Madrid crecieron los robos con fuerza en viviendas un 12% en el primer semestre del año, según informó la Delegación del Gobierno). No hay datos oficiales sobre los golpes en trasteros, ya que tampoco oficialmente se informa sobre ello salvo cuando hay detenciones. Fuentes policiales hablan de un importante aumento. Como ejemplo, solo en Carabanchel han robado en los últimos tres meses medio millar de trasteros.
Radiografía del delito
Esta lacra en continuo crecimiento afecta a toda la provincia por igual. Los objetivos están en barrios de nueva construcción, donde los trasteros se ubican en plantas inferiores, junto a los garajes. En cada hecho se suele robar una veintena o treintena de cuartos. Los horarios preferidos son de madrugada, entre las 4 y las 6, cuando hay menos movimiento de residentes.
Unos mismos ladrones pueden asaltar en trasteros una media de dos o tres veces por semana. Suelen cometer estos delitos entre dos y cuatro personas. Por nacionalidades, a este tipo de hechos se dedican españoles (incluida la etnia gitana), rumanos y albaneses. En menor medida, suramericanos. La edad de los delincuentes está en una horquilla de 25 a 40 años y siempre utilizan furgonetas para cargar los objetos sustraídos.
El artículo más codiciado es la bicicleta, ya que tiene un alto valor económico –generalmente más de 500 euros– y es fácil darle salida en el mercado, ya que no tiene ningún número identificativo. Pero también se hacen con equipos electrónicos y todo tipo de material deportivo (como tablas de snow y esquís). Estas mercancías, según la Policía, normalmente se roba bajo pedido de otras personas.
Salida en mercadillos
También son vendidos por los propios en mercadillos, a casas de segunda mano o en páginas de internet dedicadas a la compraventa.
El método empleado para entrar en los trasteros es forzando el bombín o apalancando la puerta. Los policías experimentados en este tipo de robos siempre se topan con las puertas reventadas. Aconsejan a aquellos que tengan trasteros en sus urbanizaciones que dificulten la labor a los cacos instalando cerrojos tipo FAC. «Cuando se encuentran con puertas con este sistema de cierre pasan a la siguiente, ya que les cuesta mucho tiempo quitarlos y no les compensa».
El «modus operandi» es siempre el mismo. Uno de los cacos permanece en el coche o en la furgoneta en las inmediaciones del bloque, vigilando que no aparezca ningún policía o vecino. Si llega alguien, dan el agua llamando por teléfono a los que están dentro, que se esconden en cualquier recoveco de la urbanización.
Aviso a Policía
Lo más difícil para ellos es colarse en la finca. Lo subsanan actuando con normalidad, aprovechando el despiste del portero o vigilante para adentrarse en los portales. También acceden al garaje cuando alguien mete su vehículo o lo saca y no esperan a que se cierre la puerta. Una vez dentro actúan con impunidad, ya que los trasteros no suelen estar frecuentados. Visten normal para no llamar la atención.
Policialmente, informan, es difícil evitar estos robos, ya que al actuar en el interior de grandes fincas las patrullas preventivas tienen más difícil su labor. Se trata de subsanar con identificaciones y controles selectivos de personas sospechosas en las inmediaciones de este tipo de fincas. La Policía Nacional recomienda avisarles cuando vean un vehículo sospechoso merodeando por la zona.
En Trasteros Barcino tenemos las máximas medidas de seguridad (2)
Trasteros Barcino, presente desde hace 3 años en pleno centro del barrio de Les Corts y al lado de la plaza Francesc Macià, atiende a este concepto de ‘self storage’ o auto-almacén y ofrece alquiler de trasteros en Barcelona. Es el guardamuebles de toda la vida en el centro de Barcelona y actualizado con las máximas medidas de seguridad y de comodidad.
Los particulares demandan este servicio porque carecen de trastero propio, no tienen suficiente espacio o necesitan hacer obras en sus casas y guardar sus pertenencias durante unos días y las empresas se ahorran el tener que disponer de un local propio con todos los gastos que ello supone: agua, luz, recibo del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles), etc…
Además, las empresas de ‘self storage’ como Trasteros Barcino, ofrecen también servicios de recepción de mercancías y transporte, mudanzas y gestión documental, y disponen de un seguro.
La ventaja de este modelo frente a los clásicos guardamuebles es que el cliente puede acceder a su trastero en cualquier momento con su llave. El contenido está asegurado, las instalaciones están controladas por sistemas de seguridad las 24 horas y existe un control de acceso.
Trasteros Barcino ha realizado un auténtico esfuerzo en este sentido ya que dispone de unos excepcionales sistemas de seguridad ya que tiene detectores de humo y rociadores de agua en CADA TRASTERO.
TRASTEROS BARCINO ha conseguido crecer en 2015 un 6% superando las cifras medias del sector.